Enferma,
supongo que es parte de la calentura.
La temperatura
me cuece el cerebro.
No quiero pensarlo,
el amor es algo que no comprendo,
dicen que no hay que entenderlo,
solo sentirlo.
Pero, me temo,
que no siento,
a penas germina ese pequeño cariño que te tengo,
creo que estoy mintiendo,
porque el tuyo,
el tuyo ya es un rosal,
qué, sin darme cuenta,
he alimentado durandte un mes o poquito más.
No creí que llegaría a escucharlo.
No lo esperaba en estos momentos de a vida.
Enferma,
enfermedad,
me justifica,
pero sé que no estoy siendo sincera.
Me amento,
por seguir aquí.
No tengo alguna razón para terminarlo,
aun no.
Debo confesar que me gusta estar contigo,
sentirme entre tus brazos,
tus caricias y tus besos,
pero, creo que lo has llevado muy lejos
y no creo poder corresponder,
no estoy segura de ser yo
la que comparta su vida contigo.
Es decir, no siento dos corazones latiendo en mí,
ni siquiera estoy segura de sentir presisamente el mío.
En el camino, hasta ahora,
perdí algo de confianza
en los demás.
Lo siento,
he salido lastimada antes
y tú amas muy rápido.
La única vez que lo dije,
después de un año de quererle tanto,
no terminó como esperaba.
¡Qué fuertes palabras!
Tan llenas de sentimiento,
un corazón saldrá lastimado
de cualquier forma
agún día.
Y es muy pronto para decirlo,
jamás creí que llegaría a escucharlo.
No lo esperaba e estos momentos de la vida.
¿Por qué ahora?
Y no puedo decir que sienta lo mismo,
lo lamento tanto.
Me gustaría correponderte pero
no puedo decir que te quiero un tanto
y mucho menos que te amo...